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Antes de abrir los ojos por completo he estado buscando por internet cosas que pudieran explicarme lo que he vivido.

Cuando era una adolescente mi mantra era que si has visto u oído algo seguro que algún chino lo tiene en alguna parte de internet. Actualmente esto ya lo sabe todo el mundo.

La verdad es que nunca sabes muy bien qué buscar para que no te redireccione al cáncer. Pero esta vez me sentía segura, aunque también notaba un extraño malestar en el estómago. Podía notar cómo se cerraba. 

Así que con toda la ansiedad del mundo y un vaso de zumo en la mano tecleé "madres tóxicas" en el móvil.

En menos de medio segundo salen más de 760mil resultados.

Esto significa, siguiendo mi ley no escrita, que al menos un par de chinos saben algo del tema.

Genial.

Empecé a mirar qué rasgos definen una madre tóxica y a cuáles de ellos se ceñía mi madre.

Encontré una página que daba 12 puntos básicos.

1. Pretenden que tengas una actitud sumisa con los hombres.

2. Cree que si no comparto mi vida con un hombre voy a ser terriblemente desgraciada.

3. Es controladora. 

4. Proyecta sus frustraciones sobre mí. Y trata de que yo cumpla sueños que ella no pudo, aunque ese no sea mi deseo.

5. Desconfía de mis amigos incluso sin conocerles. Para ello trae todo tipo de argumentos clasistas, racistas, etc.

6. Actitud pasivo-agresiva.

7. Indiferencia, permisividad.

8. Sobreprotección.

9. Mentalidad competitiva: mi hija es mejor que la tuya.

10. Violencia en los castigos. Da igual si física o verbal.

11. Alienación parental: ¿no ves lo horrible que es tu padre?

12. Intromisión en la intimidad.

De estos 12 rasgos el único con el que mi madre no comulga es el número 7, el referente a la permisividad y el pasotismo. Tampoco era ninguna sorpresa.

Pensé entonces que mi madre podría salir en un libro. O igual ya sale en varios solo que con otro nombre.

Actualmente se denomina "tóxico" a quien siempre se determinó "hijoputa". Esa gente con la que no te quieres juntar, que te repele como si uno fuera agua y el otro aceite.

Tras ver que yo no estaba loca y que con razón me quejaba me sentí como aquella vez que me puse a gritar en mitad de la montaña porque sabía que nadie me iba a escuchar.

De verdad que es agradable ver que tu vida tiene una patología y que no es por tu culpa. Es muy gratificante ver que por fin se da visibilidad a estas cosas y alguien se ha puesto a estudiarlo y a divulgarlo.

No me estaba quejando a lo tonto, pues.

Fue entonces cuando empecé a leer compulsivamente sobre este tema.

Después de ver que ella se ajustaba a una plantilla tan bien, no iba a hacer el feo de dejar esto a medias.

Lo siguiente que encontré fueron los tipos de madres tóxicas. Salieron 5. Así que yo seguí leyendo con la esperanza de ver cual de esas me había criado.

[Spoiler: mi madre se ajusta a 5 de 5 tipos de madres tóxicas].

1. Madre desdeñosa. Aquella que ignora los logros de sus hijos. Todo es poco.

2. Madre controladora. Como su hijo es una extensión de sí misma su deber es controlarlo, aunque suponga asfixiarlo.

3. Madre inaccesible. Puede que esté presente físicamente pero no emocionalmente.

4. Madre envidiosa. Hipercrítica con su hijo, minimizan sus logros, les culpan de sus fracasos (o de los ajenos) hasta hacerles sentir mal. 

5. Madre narcisista. Ultrapreocupada por las apariencias, pueden parecer modélicas, pero no. Pide atención y reconocimiento 24/7 pero nunca es suficiente. ¿Tienes un problema? Ella más. 

Después de encontrar todas estas cosas no supe bien qué hacer, la verdad. Pero por fin empezaba a tomar forma.

En cualquier caso, todo esto supone un problema.