Cuando te dicen que todo lo haces mal te anulan.
¿Cómo es posible fracasar tan estrepitosamente siempre?
Simplemente no es posible.
A veces uno hace elecciones vitales que para sí mismo están bien y eso es suficiente.
Pero hasta que te das cuenta de que no le debes absolutamente nada a nadie, que eres libre de elegir lo que te gusta o lo que te hace feliz por encima de lo que pretenden imponerte, pasa mucho tiempo.
Y a esas alturas ya te han anulado.
Si yo elegí la ropa negra sobre todos los demás colores, está bien. No implica luto. En realidad no implica nada.
Si parezco lesbiana no me importa. No lo soy. Tampoco me avergüenza parecerlo. Ser lesbiana no es algo malo. No es una enfermedad. No es algo de lo que avergonzarme. ¿Cómo es buscar parecer lesbiana?
Si tengo los pies demasiado grandes tampoco es mi culpa. Pero me resultaron muy útiles cuando los necesité para nadar.
Si parezco fea y vieja igual es porque tú me haces sentir así y esta es la única manera en la que consigo mostrarme cuando tú estás delante. No soy guapa. Pero no soy especialmente fea. No soy vieja, pero me has hecho sentir arrugas y cicatrices en el alma. Tal vez sea eso.
Si piensas que mis calcetines son feos a mi no me importa porque me gustan. Me gusta vestirme de negro y tener calcetines coloridos.
Si por ser como soy no me va a mirar nadie, te equivocas. Me miran. Y me hablan. Tengo amigos. He gustado a las personas, tanto sexual como afectivamente. Pero tampoco soy para que me miren. Soy así porque me agrada.
Si piensas que por ser de esta manera no me va a querer ningún hombre, adelante. Que ninguno me quiera. Porque si no me quiere tal y como soy, no merece la pena. De todos modos, pensaba que era lesbiana. ¿Para qué quiero un hombre?
Si piensas que me sobran kilos, sí, me sobran. Pero cuando me han faltado no me sentía bien y ahora que me sobran unos pocos me he llegado a sentir plena. Prefiero esto.
No. No tengo amigos que me digan que me veo fea. Para ellos supongo que soy más que una imagen. Soy quien les recoge y les recompone cuando se caen, quien pregunta si todo está bien, quien escucha cualquier historia para que no tengan ansiedad, quien se disfraza para hacer bulto en su comparsa de carnaval, quien les hace cosquillas o les vacila cuando están de mal humor hasta que vuelven a sonreír y olvidan sus males. Soy más que me imagen, desde luego.
No considero que deba ir siempre arreglada por si me ve alguien. Si salgo a la calle me va a ver mucha gente y da igual cómo me arregle porque no voy a poder agradarlos a todos. Además, lo único que siempre llevo decente es mi higiene por si me atropellan y acabo en el hospital con la ropa recortada. Pero oliendo bien. Me importa una mierda si me ven tus amigas y piensan que soy fea, vieja y lesbiana. Me valéis verga tú y tus putas amigas clasistas. Y a sus hijos tampoco les importáis. Por eso ya a casi ninguna os coge nadie el teléfono.
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