Me aburre pensar en todas las veces que me pregunta siempre lo mismo porque nunca me escucha. O que da por supuestas cosas que hace por mi que no son en absoluto ciertas, cosas que aunque las hiciera no le convertirían en mejor madre porque son materiales.
Sobre mi mesa descansan dos zapatos. Una bota de 7 leguas como la de Pulgarcito, fundida en algún metal barato coleccionable, me la regaló mi padre. Y una bota roja esmaltada de Santa Claus que vino de casa de mis difuntos abuelos. Pues siempre anda jodiendo con que ella me ha regalado los tres zapatos que hay sobre la mesa, entra en mi habitación, ve dos, comienza a chillar "¿Y EL MOCASÍN?", se me ponen los ojos en blanco, me armo de paciencia, le explico por enésima vez que no me ha comprado ningún zapato ella y menos un mocasín, me llama mentirosa, me insulta, dice "seguro que lo has vendido", discutimos, soy la peor persona del mundo, etc. Encima sería un zapato castellano, zorra.
Otra discusión recurrente es que en nuestra casa no hay más que una televisión, no es como esas casas modernas llenas de televisores para saciar el consumo de todos sus habitantes. Así que cuando me quejo me dice "pues míralo en Netflix". En el todopoderoso Netflix que debe ser gratuito, no me consta. La verdad es que me harta explicarle que no es gratis y después decirle que no tenemos de eso, que no me está pagando esa plataforma ni ninguna otra, que en realidad nunca me ha pagado ninguna. Que toda la televisión por cable que he visto siempre ha sido en casa de otras personas. Y ella siempre zanja la discusión diciendo: pues yo siempre le digo a mi amiga X que tenemos Netflix. Como si eso fuera a hacerlo realidad.
De verdad, me siento muy cansada.
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